El ratoncillo subió correteando por la manga del angel en bata que tenia delante de sus ojos, con la imposibilidad de contenerse a hablar con ella. Iba ha quebrantar la unica regla de los ratones, la cual indicaba que no podian conversar con humanos.
La chica lo miraba mientras el ratoncillo trepaba y se colocaba en su hombro presto a hablar. No tenia miedo, ni intentó quitarse de encima al roedor, pues por alguna extraña razon solo su presencia le hacia feliz. Eso si, no se imaginaba lo que un instante despues iba a suceder.
Sus miradas se juntaron, y en ese instante sucedió…
- Esto… se que resulta raro que un raton te salude.. pero esto… Hola!
La chica se quedó boquiabierta sin saber que decir.En un acto reflejo cogio al ratoncillo, lo metio dentro de su jaula, y salio despacio mientras el ratoncillo la miraba tristón. Quizá los humanos no estaban preparados para hablar con los roedores pensó… aunque no sabia por qué, ella le habia parecido distinta.
Los dias pasaron tristes en su jaula. Sus compañeros le evitaban. Habia quebrantado la ley, y su corazon echo añicos iba a tardar en curarse. O quizá no, pues uno de esos dias ella aparecio de nuevo. Le agarro con dulzura y lo sacó de la habitacion en el bolsillo. Al sacarlo del oscuro bolsillo el ratoncillo vio por primera vez en su vida los lindos colores de la naturaleza. La chica le habia llevado a un parquecillo cercano al laboratorio. Los ojos del ratoncillo reflejaban felicidad a raudales al ver el verde, los arboles, el cielo… Queria tocar todo, admirar cada detalle, pero antes ella le coloco en sus manitas y lo subio hasta que estuvo a la altura de su rostro.
- ¿De verdad hablas? Me estoy volviendo loca, no sé si lo soñe o fue algo real,necesito saberlo.
- Fu real, aunque a mi este sitio es lo que me parece un sueño. ¿Dónde estamos?
- Es un parque,hay muchos así en este pueblo, son muy bonitos.-una sonrisa aparecio en su rostro. Ahora que estaba sin la mascarilla, al ratoncillo le parecia aun mas linda- Cuentame, ¿por qué decidiste hablar conmigo?
- No lo sé, de pronto me parecio una buena idea como otra cualquiera.- dijo el ratoncillo ladeando la caecita mientras la miraba de reojo.
- No me convences…
Y así pasaron largo rato conversando sobre los tipos de queso, los tipos de arboles y los tipos de regalices… Los dias pasaron y estas escapadas al parque se hacian mas a menudo. Ella le sacabaen su bolsillo a la hora de comer y al volver le dejaba en su jaula a escondidas.
Habia comenzado una bonita amistad.