Hoy me he quedado flipado con este artista, echarle un hojo a sus galerias.
Y ahora un relato que podria pasar cualquier noche de halloween como la de ayer...
El ambiente a humedad que impregnaba cada rincon de ese oscuro y asqueroso callejon me trepaba por los huesos como una araña caminando por su tela dispuesta a comerse a su presa.
Mi corazon latia a una velocidad de vertigo, yo intentaba evitarlo controlando mi respiracion. Una gota de sudor resbalaba por mi cara, el ambiente se hacia cada vez mas irrespirable, la gota de sudor, fria como el hielo cayó en un charco a 3 centimetros de mi cara haciendo llover en mil sentidos gotas mas pequeñas de sangre en mi boca.
Eso no me importó lo mas minimo, pues ya estaba bañado en sangre, en mi propia sangre y esperaba inmobil mi destino en ese lóbrego y nauseabundo callejón.
En estos momentos, cuando esperas tu propia muerte, seguro de tu lamentable final te pasan muchas cosas por la cabeza, quizas demasiadas.
Yo sabia que mi muerte iba a ser prontía y que iba a tener poco tiempo para pensar en como transcurrio mi vida, en mi mujer, mis hijos y todos los momentos buenos que pase en el transcurso de mis 32 años.
Cerre los ojos y pense en Laura, su rostro vino a mi sonriente, como cuando veia que yo estaba preocupado e intentaba sacarme una sonrisa. En esos momentos yo miraba sus calidas facciones y olvidaba mis preocupaciones. Eso es lo que necesitaba ahora, no pensar en que iba a ser descuartizado por un loco con una cimitarra negra.
Abri los ojos y Laura hizo que me incorporase. Mi ropa goteaba mi propia sangre al suelo y ella sonreia mientras desenvainaba la cimitarra. Su calido rosotro me reconfortó y consegui apoyarme en mis piernas tambaleantes.
La cimitarra atraveso mi torso una y otra vez, su frio filo rasgaba cada pedazo de carne que encontraba a su paso.
Yo era feliz al lado de Laura, habia venido a llevarme con ella y con mis hijos, Billy, Thomas y Caitlin. Fuimos una familia muy feliz, que lastima que ese hombre de facciones indias quisiera hacer un ritual con nosotros.
Por fin la cimitarra dejo de atravesarme. Con las pocas fuerzas que me quedaban alcé la vista para contemplar a Laura, era tan guapa...
Sonrei a la que iba a ser mi guia hacia el paraiso. Ella puso cara de extrañeza cuando la sonrei, alzo su brazo templando la cimitarra dispuesta a dar su golpe final, el que sesgará mi vida y me devolvera con mis hijos y con ella.
Trague una mezcla de saliva y sangre que deambulaba por mi garganta y que no me dejaba hablar y así pude articular mis ultimas palabras:
- Gracias Laura, siento no haberte podido salvar, ahora estaremos otra vez juntos. Te quiero...
By Darko Fomalhaut(gracias adhy por la corrección)